En octubre de 2015, 10 estudiantes del Magíster en Bioquímica ganaron una de las becas del programa de ayuda para estadías cortas de investigación destinadas a estudiantes tesistas de Doctorado y Magíster de la Universidad de Chile, entregadas por la Vicerrectoría de Asuntos Académicos. Bárbara Peña, Gabriela Olivares, Fabiola González, Álvaro San Martín, Andrea Sabag, Joaquín Atalah, Macarena Tejos, Felipe González, Víctor Pola y Paulina Villar fueron los ganadores de nuestra Facultad, quienes viajaron a Taiwán, Brasil, Estados Unidos, Canadá, entre otros lugares.
Ahora que los estudiantes ya están de vuelta, conversamos con Bárbara Peña para saber los detalles de su experiencia en Dunedin, Nueva Zelanda.
¿Cómo fue el proceso de postular a esta Beca y cuál fue tu reacción cuando supiste que te la ganaste?
El proceso de postulación la verdad no fue muy complicado para mí. Las bases del concurso son súper claras, y además, otra persona en el laboratorio ya había postulado a la misma beca anteriormente y nos ayudó a mí y a otra compañera del laboratorio que estaba postulando. Mi tesis contempla un objetivo que era necesario realizarlo fuera del país (ya que en Chile no se cuenta con las instalaciones necesarias), por lo que si no obtenía esta beca, todo se habría vuelto un poco complicado para mí.
El día en el que salieron los resultados de la beca estaba en mi casa junto con mi familia. Al momento de abrir el e-mail y mirar el archivo de los resultados y ver mi nombre, me embargó una emoción que me hizo simplemente quedar atónita sin poder hablar. Recuerdo que fue necesario mostrarle a mi mamá el e-mail para contarle.
¿Qué beneficios te otorgó la beca?
Esta beca otorga ayuda económica a los estudiantes de Postgrado para realizar estadías de entre uno a tres meses en una universidad extranjera. En mi caso, la beca cubrió los pasajes, el seguro médico y parte de la estadía.
¿Para donde viajaste y cuánto tiempo estuviste ahí?
Viajé a Nueva Zelanda, a la ciudad de Dunedin, ubicada en la isla sur del país, para trabajar en la Universidad de Otago. Estuve aproximadamente 9 semanas.
¿Qué investigación realizaste en tu estadía?
Mi tesis se enmarca en el proyecto FONDECYT No 1120175 que trata de responder la pregunta antropológica de cómo se pobló Polinesia. Nuestro laboratorio intenta responder esta pregunta caracterizando genéticamente la morera de papel (Broussonetia papyrifera) mediante diversos marcadores moleculares. Ésta es una planta con alto valor cultural para los polinésicos, ya que a partir de la corteza de esta planta se pueden manufacturar textiles. Estos son usados en nacimientos, matrimonios y funerales. Nuestro grupo tiene varias piezas de estos textiles que son muy antiguos (más de 300 años) y mi tesis tiene como objetivo general caracterizar genéticamente estos textiles.
Para trabajar y analizar piezas antiguas a nivel molecular es necesario tener instalaciones adecuadas que eviten la contaminación de las muestras con ADN contemporáneo. En el laboratorio de la profesora Elizabeth Matisoo-Smith realicé extracciones de ADN a partir de estas piezas textiles en un laboratorio de ADN antiguo, instalación que cuenta con todas las medidas precautorias necesarias. Este es el objetivo crítico de mi tesis, y afortunadamente, se cumplió a cabalidad.
¿Qué te pareció la experiencia?
Esta experiencia para mí fue muy enriquecedora tanto académica como personalmente. El trabajo en la Universidad de Otago no sólo me entregó herramientas para moverme en un laboratorio de ADN antiguo y tomar conciencia de todas las precauciones que son necesarias para trabajar con muestras antiguas, sino que me hizo darme cuenta de que toda la formación que he recibido durante el pregrado y el magíster en la Facultad me permitieron desenvolverme con total autonomía tanto en trabajo de mesón como en el trabajo que implica diseñar un experimento o proponer una solución a un problema dado. Fue una especie de maduración profesional.
Por otra parte, en Dunedin se me dio la oportunidad de conocer a mucha gente de diferentes partes del mundo, circunstancia que es muy enriquecedora ya que los horizontes personales se amplían al conocer la cultura y las formas de vida que tienen otros países. Al conocer de cerca a estas personas, me di cuenta de que sinceramente los seres humanos somos iguales en cuanto a corazón y deseos, y teniendo en cuenta esto, ya no se puede ser igual ni mirar de la misma forma a alguien que en apariencia es diferente a uno (raza, color o religión).
Además, esta fue mi primera experiencia viviendo totalmente sola, lo que posteriormente se tradujo en una valoración enorme de mi familia cuando estuve de vuelta.
¿Tienes algún comentario que quieras agregar?
Quisiera exhortar a los demás compañeros a postular a estas instancias y a informase acerca de las becas y beneficios que tiene la universidad para realizar semestres y estadías en el extranjero. Además quisiera unirme alo comentado por Gabriela Olivares en la entrevista anterior: no por no tener el mejor ranking de su curso o generación no se va a lograr tener éxito en lo profesional.
En esta experiencia en el extranjero me di cuenta que se juega mucho más que el conocimiento teórico que se tiene de la disciplina que uno está desarrollando, se juega además la persona, con su personalidad, su temperamento y sus ideas. Se juega el cómo uno se relaciona con el resto de la comunidad, cómo trata a sus pares y a los que no lo son. Y al momento de postular a una beca, es sabido que se tiene que escribir una carta de intención explicando el por qué se está postulando al beneficio. No tengan miedo de expresar sus sueños, ideas, y de mostrar quienes son, porque es cierto, que incluso el científico, es más que sus publicaciones.
*En la foto, Bárbara Peña en Hobbiton, el movie set del Señor de los Anillos (Hinuera, Nueva Zelanda).
