El Fondo Valentín Letelier apunta a financiar proyectos que integren valores que son fundamentales para la Universidad: el enfoque de género y la perspectiva de derechos humanos.
En esa línea, el ímpetu de construir comunidad desde la academia y los territorios se fortalece a través de la creación de espacios como los proyectos FVL que posibilitan la cercanía, el diálogo y el intercambio de saberes y experiencias a través de la bidireccionalidad que potencia esta iniciativa.
Se postularon en total 40 proyectos al Fondo Valentín Letelier 2024. Siete resultaron ganadores de esta convocatoria, entre ellos el proyecto “Transformando la vida de personas mayores a través de saberes farmacéuticos: Coproducción de intervenciones de salud para las comunas de Pedro Aguirre Cerda y San Miguel”, en la línea de etapa inicial. El proyecto que fue el primero en el ranking de evaluación, fue presentado por la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas cuenta con la participación de otras unidades académicas, como la Facultad de Ciencias Sociales, la Facultad de Medicina, la Facultad de Odontología y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA).
Para Yanko Herrera, responsable del proyecto, estudiante de Química y Farmacia de nuestra Facultad y miembro de la organización estudiantil Proyecto Capsulitas el objetivo de su propuesta es la vinculación social y la salud. “Nuestro eje central es fortalecer el vínculo bidireccional, tanto dentro de la Universidad como de la ciudadanía. El objetivo es combinar los conocimientos científicos y farmacéuticos con la experiencia y saberes de las comunidades, siempre fomentando la participación ciudadana en la creación de soluciones concretas, siempre aspirando a mejorar la calidad de vida de las personas mayores”, sostiene él también integrante de la organización estudiantil Proyecto Capsulitas.
Agrega que es un proyecto triestamental, integrado por un gran equipo de trabajo, multidisciplinario, de pregrado, postgrado, profesores y profesionales de otras áreas. “Nuestro objetivo es unir fuerzas y compartir saberes. El trabajo en equipo trasciende fronteras y convierte grandes ideas en grandes logros. El fin es acercar de manera familiar y amigable la química y farmacia”, detalla.
Para Kevin Cortés, estudiante de Química y Farmacia e integrante de la organización estudiantil Capsulitas este proyecto tiene el propósito de compartir con la comunidad los conocimientos para saber en qué podemos trabajar en conjunto para combatir los mitos, la información errónea que ha estado circulando por muchos años, la que incluso ha empeorado desde la pandemia. Toda esta misión se circunscribe a la “Década Envejecimiento Saludable de la ONU”, y se alinea a uno de los “19 Objetivos de Desarrollo Sostenible”, establecido por este organismo internacional.
¿Por qué San Miguel y Pedro Aguirre Cerda? Son comunas de la Región Metropolitana con un alto índice de personas mayores. “Se estima que en Pedro Aguirre Cerca existen 99 personas mayores por cada 100 niños. En tanto, en San Miguel hay 97 personas mayores por cada 100 niños”, revela Cortés. El trabajo en estas comunas permitirá hacer promoción de salud y compartir conocimientos mutuos sobre conceptos farmacéuticos.
Como punto de partida la organización Capsulitas cuenta con el contacto de las direcciones de salud y las coordinadoras de servicios farmacéuticos de ambas comunas. Es un aspecto crucial la retroalimentación, el feedback para conocer las necesidades de la población adulta y así elegir los materiales y formatos más idóneos para ellos/as.
La Prof. Olosmira Correa co-responsable del proyecto, quien ha tenido una participación activa en el desarrollo de esta iniciativa. “El proyecto nació desde Capsulitas. Pero en el desarrollo del proyecto están involucrados/as un gran número de personas. Este es un proyecto de salud y de educación, en donde necesitábamos la participación y aporte de profesionales que tengan conocimiento de las distintas áreas desarrolladas en el proyecto. Una de las virtudes del Fondo Valentín Letelier es el énfasis en la interdisciplinariedad y la triestamentalidad. En nuestro caso se cumplen ambos parámetros. Tenemos la participación de estudiantes de pregrado, académicos, no académicos, profesionales, incluso externos a la Universidad”, señala.
La académica del Departamento de Ciencias y Tecnología Farmacéutica afirma que el segmento de personas mayores va en aumento. La educación farmacéutica es fundamental, ya que hay personas mayores que padecen enfermedades crónicas y tienen un mayor consumo de fármacos, lo que se denomina técnicamente polifarmacia. “El hecho de utilizar tantos medicamentos puede ser confuso, puede traer consecuencias negativas como son las interacciones medicamentosas. Por eso la educación es importante. Este proyecto va a fortalecer la educación farmacéutica, pero en un sentido no asistencialista, sino a través de un intercambio de conocimientos. Cada uno de nosotros tiene un saber farmacéutico que tiene que ver con su experiencia. Para hacer un material educativo necesito colaboración, recomendación conjunta, apoyado por el conocimiento y necesidades de cada individuo basado en sus conocimientos y realidad”, sostiene.
El plan de acción es trabajar con grupos focales para hacer levantamiento de las necesidades de cada comuna. La mirada integral, a través de la inclusión de distintas facultades y profesionales permitirá abarcar las distintas aristas involucradas. Asimismo, los estudiantes destacan el apoyo del Prof. Javier Morales Valenzuela, la Dirección de Extensión y Vinculación, y el Área de Comunicaciones y Audiovisual de la Facultad.
Los materiales que se desarrollen en el proyecto buscarán utilizar un lenguaje más cercano y comprensible. “El reconocimiento cuando uno lleva más de 30 años trabajando en la Universidad te motiva a trabajar con más dedicación compartiendo tus conocimientos con quienes más lo necesitan. Son valores de la Universidad que no podemos dejar nunca en el olvido: equidad, inclusión y justicia social. El talento y esfuerzo que se le ha puesto a esta iniciativa es por amor a nuestra Universidad. El alma de la Universidad somos los académicos, no académicos y estudiantes, y esa alma debe estar al servicio de la población”, enfatiza la Prof. Correa.
Kevin añade que la propuesta también incorpora el desarrollo de un curso de formación general en formato híbrido, como título tentativo se maneja el de “Medicamentos a lo largo de la vida”. “La idea es compartir los conocimientos que tenemos los estudiantes de Química y Farmacia, brindando un acercamiento integral de los conocimientos farmacéuticos y de salud para los estudiantes de otras carreras de la Universidad de Chile”, explica.
El equipo ganador se adjudicó 8 millones de pesos para la materialización de su iniciativa.