Alfredo Grassau nació en Santiago. Hijo de Carlos Grassau, comerciante y Helvecia Brunner, dueña de casa. Tiene una hermana llamada Jeannette, quien era bailarina del Teatro Municipal y hoy está radicada en España. Aunque recuerda con nostalgia la época en la que vivió en Puerto Varas: “Mi papá tenía una parcela maravillosa”.
En la capital persiguió su sueño de ser futbolista. “Me fui a probar al club deportivo Universidad Católica. Hice todas las divisiones inferiores. Llegué hasta lo que antes se llamaba cuarta especial, que es la reserva del equipo titular”, detalla, quien jugaba mediocampista ofensivo.
Sin embargo, un esguince en el tobillo derecho truncó una carrera prometedora. “Yo tenía 12 años, me enyesaron mal y el tobillo me lo destrozaron. Un médico traumatólogo me quería operar, pero no quise. Nunca iba a quedar bien. Lo viví como un duelo”, confiesa.
No renunció al deporte. “Estudié Pedagogía en Educación Física, porque no me gustaba nada más. Pensé en Derecho, pero lo deseché inmediatamente, pese a que el puntaje me alcanzaba”, revela. A través de esta carrera cumplió el sueño de su padre. “Mi papá quería ser profesor de Educación Física. Su papá, mi abuelo era químico farmacéutico y tenía una buena situación. Nunca le dio la posibilidad a mi padre de estudiar su vocación y lo metió a trabajar en un banco. Eran otros tiempos”, sostiene.
Alfredo tiene tres hijos: Daniela, periodista y académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Catalina, psicóloga; y Alfredo, ingeniero agrónomo. “Hoy Alfredo vive en Washington D.C., junto a su esposa”, comenta.
Ingreso a la Facultad
Grassau llegó a la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile en 1980. Estuvo a cargo del área de Deportes hasta 1996. “Fui el creador de los famosos créditos deportivos. En esa oportunidad, se inició con los cursos de handball y acondicionamiento físico. Posteriormente llegó Christian Villena. Él fue quien los consolidó y masificó”, cuenta.
En 1996, Grassau renuncia a la Facultad y se traslada en los 2000 a la localidad de Amposta, en la provincia de Tarragona, España. Dirigió durante dos años un club deportivo llamado San Carlos, en el municipio de San Carlos de la Rápita. Alfredo vivió en España hasta 2022, año en que sus hijos le pidieron que regresara a Chile.
La comunidad universitaria suele recordar al profesor Grassau por sus clases de ajedrez fuera del octógono. Todo comenzó por un desafío planteado por el profesor Christian Villena, quien estaba a cargo del área deportiva en la Facultad. “Me vio que yo jugaba bien al ajedrez y me propuso dictar el curso. Me preparé para poder enseñar”, relata. Grassau comenta que existía el CFG (Curso de Formación General) de ajedrez, el que se impartió durante varios años en la Facultad.
Pese a que el CFG fue descontinuado, la rama de ajedrez se ha mantenido activa. “Al comienzo había dos alumnos. Durante los últimos años el número de ajedrecistas bordea entre veinte y treinta estudiantes, los que han representado realmente bien y fielmente a la Facultad. Es un grupo muy unido.”, recuerda sobre esta experiencia nacida hace una década.
“Yo soy un autodidacta del ajedrez”, manifiesta con un dejo de orgullo. “Estábamos en una concentración en Universidad Católica y de repente veo a unos jugadores de ajedrez. Los observé detenidamente. Me invitaron a participar y les gané. Nunca había jugado antes”, señala.
Tiene a su haber la dirección de los CFG de acondicionamiento físico, básquetbol y fútbol. También fue entrenador de fútbol en la Facultad, cargo por el que fue contratado inicialmente en 1980. “En ese tiempo, había dos equipos masculinos que me tocó dirigir. Como resultados salieron terceros en primera división y terceros en segunda división, respectivamente”, destaca. A su regreso a la Facultad, en 2007, asumió el desafío de ser entrenador de natación.
Asimismo, fue entrenador de fútbol femenino en la Facultad. El equipo estaba en segunda división. Con la campaña encabezada por Grassau lograron subir a primera división y en la Olimpiadas de futbolito lograron el segundo lugar.
“Trabajar en la Facultad ha sido un oasis. No hay nada más placentero que llegar al trabajo y hacerlo con agrado. Soy amigo de casi todos los profesores del Área de Deportes. Don Juan Miranda, nuestro asistente, es una persona extraordinaria. Cristina Padilla, encargada de Deportes también es una gran persona”, reflexiona.
Un momento emotivo que vivió en la Facultad fue encontrar en la Biblioteca Prof. César Leyton la tesis llamada “Estudio sobre la Yodipina”, que data de 1903 y fue escrita por Ricardo Grassau Schwencke, su abuelo paterno, quien era farmacéutico egresado de la Facultad. “Fue un momento muy emotivo para mi padre y para mí”, sostiene.
Retiro voluntario
Grassau se encuentra en una nueva etapa: optó por el retiro voluntario. “Yo he trabajado prácticamente toda mi vida. Y la vida de un profesor es complicada, sacrificada, sobre todo en el área de Educación Física. Trabajé durante 20 años desde las 06:30 de la mañana hasta las 10 de la noche. A mis hijos no los veía, ya que trabajaba inclusive los sábados y domingos. Uno se pierde muchos momentos. Pero bueno así es la vida”, rememora.
Alfredo ya tiene un itinerario definido para los próximos meses. “Primero quiero ir a Argentina a comerme un bife chorizo antes del 18. Posteriormente viajaré a Punta Cana. Finalmente iré a Europa por tres meses, tengo sobrinos en España y una casa en Amposta. No quiero trabajar más, quiero descansar”, precisa.
“El deporte es vida. Me cuesta concebir que una persona no haga deporte. Es primordial. Todos los estudiantes no deberían egresar de una carrera si no practican un deporte. Es fantástico para la salud mental y la disciplina”, dice.
Respecto al ajedrez indica que “ (…) es mi higiene mental. Me mantiene activo mentalmente y es espectacular porque te abre un horizonte insospechado, ves el mundo de otra manera. Yo diría que te hace ser hasta una persona más buena”. Así, enfatiza que “Es ideal que la rama de ajedrez siga, porque los niños−a quienes nombra así cariñosamente− están muy incentivados. El grupo es muy motivado. En todas las facultades se practica este deporte que es fundamental".