Lo que comenzó en 2019 como una necesidad de cierre de semestre para facilitar sus clases durante el estallido social, se convirtió en una contribución significativa para toda la comunidad estudiantil. Gracias a su experiencia previa con cápsulas educativas y herramientas digitales, la docente Driyette Aliaga Ortega enfrentó con preparación la llegada de la pandemia, que años más tarde convertiría su aprendizaje en una oportunidad colectiva: hoy crea tutoriales y acompaña a colegas en el uso eficiente de U-Cursos, aliviando la carga administrativa y fortaleciendo la docencia en la Facultad.
“Los estudiantes valoran mucho poder acceder a los contenidos cuando más lo necesitan”, señala sonriendo.
Tutoriales
Asumiendo el rol de coordinadora académica de Primer Año de Pregrado, detectó una necesidad común. Muchos docentes no conocían las funciones avanzadas de la plataforma U-Cursos y para resolverlo, comenzó a grabar tutoriales en video que explican paso a paso cómo automatizar procesos, visualizar las inasistencias sin afectar el cálculo de notas o considerar solo las mejores evaluaciones, todo sin necesidad de planillas externas.
Un punto de inflexión ha sido la implementación de funciones automatizadas, como las notas calculadas, que permiten entregar mayor claridad a los estudiantes y facilitar la administración de cursos masivos. Estas herramientas ahorran tiempo, entregan mayor transparencia a los estudiantes y estandarizan procesos a nivel institucional.
“Hay una comunidad dispuesta a ayudar”
Lo que comenzó como un gesto tímido en un Consejo de Escuela, cuando ofreció un tutorial para facilitar la gestión de cursos masivos, se convirtió en una red espontánea de colaboración docente: “Muchos colegas no piden ayuda por temor a parecer poco preparados, pero lo importante es atreverse. Hay una comunidad dispuesta a apoyar sin otro fin que mejorar la enseñanza”, enfatiza Aliaga.
Esta iniciativa también puede facilitar el trabajo de unidades administrativas como la gestión de pregrado, seguimiento de notas de jefes de carrera, asistentes sociales o Secretaría de Estudio, ya que pueden acceder a información más estandarizada. La profesora añade emocionada “los tutoriales ayudan a que la plataforma funcione como debe ser. Muchos profesores no sabían que estas herramientas existían. Ahora las usan con confianza y ganan tiempo para enfocarse en la enseñanza y en otras funciones dentro del rol académico”.
Si existen buenas prácticas, existe buena docencia
Esta transformación, impulsada por la colaboración, la sistematización y el uso estratégico de la tecnología, marca un antes y un después en la docencia universitaria. El desafío ahora es continuar motivando y acompañando al cuerpo docente en la adopción de estas herramientas, con el fin de consolidar una enseñanza más eficiente, centrada en el aprendizaje y con menor carga administrativa. El compromiso de la profesora Driyette Aliaga, tanto por ayudar a sus pares como por explorar a fondo las posibilidades que ofrece la plataforma, demuestran que el camino hacia mejores prácticas docentes no solo es posible, sino que ya está en marcha.