DISCURSO SR. DECANO PROFESOR ARTURO SQUELLA SERRANO
22 de noviembre 2013.
Distinguidos Titulados:
Es para mí un honor dirigirles estas palabras representando a la comunidad académica de nuestra Facultad y de la Universidad de Chile, con motivo de vuestra titulación. Circunstancia de profundo significado universitario que nos une en un sentimiento de gran satisfacción por el logro alcanzado.
Ciertamente, son varios los sentimientos que nos embargan en este momento. En este sentido, como autoridad académica quisiera expresarles muchas cosas y, al mismo tiempo, no quisiera recurrir a las típicas palabras y conceptos que se suelen declarar en este tipo de discursos. Sin embargo, no es fácil encontrar otras palabras más originales que les expresen el cariño, el orgullo y la felicidad que nos embarga, al verlos hoy, llegar a este momento en que jurarán como egresados de la Universidad de Chile.
El Diploma que reciben hoy, los acredita como profesionales de la Universidad de Chile. No obstante, simboliza mucho más que eso.
Este Diploma constituye un testimonio del trabajo mancomunado entre discípulo y maestro, que mediante el esfuerzo y el desafío intelectual de muchos años, se expresa finalmente en un actuar profesional, que la Universidad de Chile le garantiza a la sociedad es de calidad.
Ese es vuestro logro y esa es nuestra responsabilidad que la declaramos y asumimos con sano orgullo.
También es símbolo de búsqueda, por el afán incansable de buscar el conocimiento mediante un pensamiento crítico, que los lleva a mantener una conducta de vigilancia epistemológica de vuestro saber junto a un celo ontológico que los compromete con una conducta ética y política responsable, frente a vuestra profesión y a los miembros de la sociedad.
En esta oportunidad quiero plantearles un desafío, el de encantar a la sociedad con cada una de vuestras profesiones. Que con cada acto de vuestra vida profesional puedan transmitir que el lenguaje de las ciencias químicas, como saber central de vuestras especialidades, constituye una riqueza intangible invaluable, de valor crítico para alcanzar el desarrollo y bienestar de nuestro país.
La comprensión de lo vivo desde la visión molecular, el medicamento como arma molecular para derrotar la enfermedad, los alimentos como bienes esenciales de la humanidad y la química con su arsenal de moléculas al servicio del bien común, nos muestra la riqueza del saber de cada una de vuestras profesiones. En definitiva, ustedes deben dar testimonio viviente que la química no es solo sinónimo de contaminante poco amigable con la naturaleza sino que un aliado indispensable para mejorar nuestra calidad de vida.
Quiero plantearles también otro desafío, que combatan la ignorancia, pero desde una perspectiva socrática, donde la ignorancia sea el estímulo para el descubrimiento de nuevo conocimiento para ser refugio de la libertad, la justicia y la sabiduría, verdadera riqueza que hace libres intelectualmente a los pueblos.
Por ello, también los desafío a conquistar nuevos horizontes. Los desafío a ser los héroes de vuestra propia historia. Una historia donde la nobleza y la rectitud caractericen vuestra lucha por alcanzar sus ideales. Ideales que estén al servicio de la verdad. Ideales que los identifiquen como personas justas, prudentes y sabias. Que sepan perseverar en la adversidad enfrentando las dificultades como una oportunidad de crecimiento.
Vayan por la vida llenos de alegría, construyendo una sociedad más sana, más tolerante, más inclusiva, más sabia.
Para ello, utilicen todos vuestros talentos, no los desperdicien.
Necesitamos que cada uno de ustedes entregue sus conocimientos a la sociedad para crear un caudaloso río de conocimiento, que haga florecer la instrucción en todos los rincones de este país, cumpliendo así la misión de ser egresados de una Universidad Pública como La Universidad de Chile.
Así, también, la Universidad de Chile espera que cada uno de Ustedes sea un verdadero ejemplo de una vida consecuente entre los hechos y el discurso, construida sobre los principios de la verdad, la tolerancia, la libertad y la justicia.
Para ello, necesitamos hombres y mujeres de ciencia con la capacidad de practicar una ética razonada y dialogante, que asuman desde la riqueza de sus conocimientos un compromiso por el bien común, donde vuestro ejercicio profesional esté guiado por una conciencia ética siempre subordinada a la verdad y al respeto por la vida y el medio ambiente.
Estos desafíos los pueden lograr.
El que estén hoy día aquí, confirma que han vencido grandes obstáculos y que han adquirido los conocimientos que los capacitan para alcanzar nuevas y mayores metas.
Confíen en Ustedes mismos. No se amilanen por las dificultades de la vida, vuestro talento y los conocimientos que adquirieron en esta Universidad, serán las herramientas con la cuales construirán este nuevo destino.
Albert Einstein una vez dijo: "Ningún problema puede resolverse desde el mismo nivel de consciencia que lo creó". Por ello, los desafío a mirar con nuevos ojos, para ver las cosas de un modo diferente. Así, descubrirán nuevas respuestas para enfrentar las nuevas interrogantes que nos plantea la sociedad y la naturaleza.
Que vuestra capacidad creativa se expanda sin límites ni censuras. Para ello, los invito a que dejen libre vuestra inspiración para que sea la semilla a partir de la cual germinen nuevas ideas.
Sean inspiradores. Aprovechen cada día de sus vidas inspirar a los que los rodean para que así, se llenen de una esperanza que los movilice hacia algo mejor.
Cuídense de ser esclavos de la autocensura intelectual; tampoco se dejen seducir por la soberbia del conocimiento.
Queridos amigos y amigas, el vínculo fraterno que construimos entre Maestro y Discípulo permanecerá siempre anclado a nuestro recuerdo. Vuestra estadía en nuestra facultad se transformó en una experiencia de encuentro con vuestras virtudes y anhelos que han enriquecido nuestra propia historia universitaria.
Hoy es un día para celebrar y también para soñar con un futuro que se les presenta como una hoja en blanco que espera por la escritura de vuestra propia historia. Una historia que tendrá el sello indeleble de vuestra propia individualidad y de la herencia de ser un egresado de la Universidad de Chile.
A partir de hoy, ustedes forman parte de nuestra historia institucional y en Ustedes cristaliza nuestro deber republicano de entregar a la sociedad chilena profesionales de bien. Así, al verlos aquí presentes nos embarga un profundo sentimiento del deber cumplido que nos da fuerzas para asumir un nuevo desafío con cada nueva generación.
Por ello, quiero aprovechar esta circunstancia para agradecer y felicitar a todos los académicos que influyeron en vuestro proceso formativo. Académicos inspirados por el profundo deseo de que sus discípulos los superen. Académicos comprometidos en superar sus propias limitaciones. Académicos dedicados a la investigación para enriquecer con conocimientos y con inspiración la docencia diaria. Mediante esta fortaleza hemos tratado que nuestra enseñanza vaya más allá que el solo relato de contenidos, hemos tratado que vaya directo a vuestra alma, para despertar en cada uno de ustedes el afán por saber más, para buscar las respuesta a las grandes interrogantes: que debo saber, que debo hacer, que debo esperar.
Para finalizar, quiero que sepan que ha sido un honor tenerlos en nuestra facultad. Nuestros brazos están abiertos para acogerlos siempre que Ustedes nos necesiten. Esta es y seguirá siendo vuestra casa.
Distinguidos amigos y amigas, en nombre de toda la comunidad de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, los felicito y les deseo lo mejor.
Muchas gracias
