El avance de la ciencia y la tecnología ha traído muchos beneficios al ser humano; uno de ellos es el aumento de la expectativa de vida, por lo cual la humanidad está envejeciendo. En Occidente nos enfrentamos cada día al culto a la juventud y la belleza, todos de alguna u otra forma tratamos de vernos y sentirnos más jóvenes y para ello utilizamos todo tipo de recursos para retrasar la aparición de los signos más evidentes en nuestra piel y cabello.
El proceso de envejecimiento es constante y progresivo, el deterioro va afectando paulatinamente a todo nuestro organismo, sin embargo, los primeros signos empiezan a hacerse evidentes en la piel alrededor de los 30 años y son claramente notorios en la década de los 40.
El proceso de deterioro de la piel se produce como consecuencia de dos tipos de envejecimiento: el intrínseco y el extrínseco. El primero, también llamado proceso de envejecimiento natural, se caracteriza por una atrofia de la piel con pérdida de elasticidad y disminución de la actividad metabólica; fenómenos que están condicionados a la herencia genética.
Los genes son responsables de alrededor del 20% del proceso de envejecimiento de la piel, el resto tiene que ver con la forma en que nos relacionamos con el entorno y es responsable por ejemplo, que gemelos idénticos se vean absolutamente diferentes dependiendo de cómo han tratado a su organismo durante el transcurso de sus vidas. Esto se conoce como el envejecimiento extrínseco y es causado por agentes medioambientales que aceleran el proceso de deterioro dérmico, por ejemplo una inadecuada alimentación, ingesta excesiva de alcohol, estrés físico y sicológico, consumo de cigarrillos, exposición exagerada a la luz solar, polución ambiental, entre otros.
En los últimos años se ha demostrado que la exposición exagerada al sol es capaz de acelerar el envejecimiento celular gatillando distintas vías de transducción de señales. Se cree que el mecanismo principal por el cual los rayos ultravioleta (UV) inician estas respuestas moleculares dentro de las células de la piel humana es por la generación de especies reactivas de oxígeno como el anión superóxido, el peróxido y el oxígeno singulete.
En palabras simples, una de las causas del envejecimiento es la oxidación, la cual se incrementa con la radiación solar, razón por la cual es recomendable utilizar diariamente productos cosméticos con filtros solares tipo UVA y UVB, con alto factor de protección solar, lo cual no sólo protege la piel del cáncer sino que retarda la aparición de los signos del envejecimiento dérmico.
Diversos estudios han demostrado también que los malos hábitos alimenticios junto con un estilo de vida poco saludable aumentan el riesgo de adquirir diversas patologías degenerativas como hipertensión, diabetes y cáncer, y causan deterioro de la funcionalidad mental, de la agudeza visual y de la apariencia de la piel.
Productos de la industria cosmética para detener el envejecimiento
Desde sus inicios la industria cosmética se ha enfocado al desarrollo de variados productos para atenuar y retardar la aparición de los signos del envejecimiento, elaborando desde simples correctores de arrugas como son los maquillajes hasta sofisticadas cremas antienvejecimiento.
Uno de los ingredientes activos más modernos son los péptidos que alcanzan la dermis reticular y provocan un aumento en la producción de las fibras de colágeno y elastina mejorando la elasticidad, firmeza y retardando la aparición de las arrugas.
Actualmente el mercado cosmético cuenta con una amplia gama de productos de demostrada efectividad, pero que debido a su aplicación externa tienen una acción lenta, local y limitada a la constancia de uso. Recordemos que la piel es un órgano de protección, una barrera semipermeable cuya función principal es evitar el ingreso al organismo de sustancias indeseadas, por lo cual la penetración y la absorción no están fisiológicamente favorecidas.
Como respuesta a esta limitante de los cosméticos, surgió a fines de la década del 80 un nuevo concepto de producto, los denominados Nutricosméticos, cuyo nombre deriva de la fusión de los términos nutracéutico y cosmético. Éstos, a diferencia de los cosméticos, pueden ser administrados oralmente y prometen beneficios a corto plazo en la piel y en todo el organismo.
La principal diferencia con los cosméticos es que producen un mejoramiento de la piel desde "el interior del organismo hacia afuera" y que apuntan no solo a un mejoramiento del aspecto cutáneo sino al bienestar general del individuo.
La nutrición es la base de un organismo saludable y por ende de una piel sana, entonces, estos suplementos orales permiten entregar componentes tales como vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes, que tendrán un efecto protector o de restauración del aspecto saludable de la piel.
Los nutricosméticos pueden presentarse como alimentos funcionales o suplementos alimentarios y como regulatoriamente no existe aún el término nutricosmético, los países clasifican estos productos en distintas categorías.
Este vacío regulatorio trae consecuencias importantes como falta de certificación de calidad de estos productos. Hasta el momento solo en Europase ha normado sobre el tipo de ingredientes y concentraciones mínimas y máximas permitidas en los nutricosméticos, que aseguren seguridad y eficacia.
Nutricosméticos conocidos
La primera marca de nutricosméticos internacionalmente reconocida es Imedeen. Ésta fue desarrollada por la compañía danesa Ferro san la cual fue adquirida hace algunos años por la firma farmacéutica Pfizer. Los productos Imedeen han sido sometidos a rigurosos estudios de efectividad. Las fórmulas de sus productos contienen entre sus principales componentes un Complejo Marino�, isoflavonas de soya, extracto de tomate, extracto de semilla de uva, extracto de manzanilla, Vitamina C, Vitamina E y Zinc.
Si analizamos los ingredientes activos se puede apreciar que el Complejo Marino� está constituido por proteínas y polisacáridos, de composición similar a los que están presentes de forma natural en la piel. Las isoflavonas de soya, debido a su estructura química, tienen actividad estrogénica, presentan propiedades hipocolesterolémicas y además son antioxidantes.
La Vitamina C es un potente antioxidante que protege a las células del daño oxidativo y ayuda a la formación de colágeno que refuerza la dermis mejorando la firmeza de la piel. El Zinc contribuye al proceso de división celular y participa en la síntesis del ADN.
En general se denota una fórmula que contiene elementos similares a los que están presentes de forma natural en la piel, nutrientes y antioxidantes en diferentes dosis para adaptarse al aumento de las necesidades del organismo que se presentan con el avance del tiempo.
Dentro de la línea de productos destacan Imedeen Time perfection + 40 años e Imedeen Time Renewal + 50. Otra de las marcas más importantes en nutricosmética es Inn�ov. Ésta surgió de la asociación de las compañías L" Oreal y Nestlé. Como estas compañías son líderes de mercado, una en lo cosmético y la otra en el área de alimentos, se ha generado una asociación exitosa, asegurando efectividad de las fórmulas de los productos desarrollados.
Destaca entre los productos Inn�ov Fermeté, cuya finalidad es mejorar la luminosidad, la densidad y la tonicidad de la piel. Se destacan en la fórmula extracto de soya, vitamina C y la presencia de un ingrediente activo de alta absorción, el Lacto-licopeno. Este último es un compuesto patentado que está constituido por suero de leche y licopeno, junto con tiamina y selenio.
El licopeno es un pigmento antioxidante muy potente que se encuentra de forma natural en los tomates, otorgándoles su color rojo brillante. Debido a su estructura química, el licopeno es bastante difícil de absorber y se requiere una gran cantidad de tomates para obtener los beneficios que aporta el lacto-licopeno debido a su mejorada e incrementada absorción.
En resumen, varias vías fisiológicas están involucradas en el envejecimiento a nivel celular y los Nutricosméticos se formulan con ingredientes que reducen el daño de los radicales libres, otros que reparan los daños en el ADN y reducen la inflamación que puede destruir las células antes de tiempo. También activan la producción de colágeno y elastina, aumentan la microcirculación para mejorar los niveles de nutrientes y oxígeno en todas las células, y ayudar a la desintoxicación de sustancias químicas nocivas a las que estamos expuestos a través de la dieta, el aire y el agua.
Muchos compuestos bioactivos con propiedades antienvejecimiento se encuentran en una dieta saludable y pueden ser obtenidos de frutas, semillas y verduras.
Sin embargo, no debemos olvidar que el proceso de envejecimiento conlleva también una disminución en la absorción a nivel gastrointestinal por lo que el paso del tiempo dificulta también la obtención de estos nutrientes desde los alimentos.
Sumado a esto se encuentra el hecho que por distintos motivos mayoritariamente los seres humanos nos alimentamos mal. La demanda de productos nutricosméticos va en crecimiento y los productores deben estar constantemente innovando para satisfacer las necesidades de los consumidores y sobrevivir en un mercado altamente competitivo.
En muchos países como el nuestro hay una deuda regulatoria importante, ya que estos productos están clasificados como suplementos alimentarios por lo que no es posible asegurar calidad ni efectividad, ni siquiera se les realizan determinaciones analíticas a sus componentes.
Este vacío regulatorio permite que exista un elevado número de productos en el mercado que no aportan ningún beneficio para la salud y por ende el consumidor está indefenso a la hora de elegir un producto.
Prof. Olosmira Correa, para la Revista Química + Vida
