El Dr. Martín Pérez Comisso lideró un taller orientado a académicos/as y estudiantes, cuya finalidad era hablar sobre fondos destinados a “dispositivos para la promoción del quehacer interdisciplinario y transdisciplinario en la Universidad de Chile”. Este concurso depende de la VID ofreció financiamiento a 9 diferentes líneas, que incluyen investigación, docencia, extensión y fondos dedicados a estudiantes de pre y postgrado.
“La interdisciplina se refiere a una forma colaborativa de conocimiento que aborda problemas desde la integración de saberes, es decir, el foco disciplinar cambia por un foco de problemas y, en múltiples ocasiones, la interdisciplina requiere la incorporación de distintos lenguajes”, explicó el Dr. Pérez Comisso. De esta manera se busca involucrarse con algún/a profesional que venga de una trayectoria formativa distinta y los productos que se generen pueden ser de carácter académico o supra académico.
Por otra parte, la transdisciplina “rompe los límites disciplinares, por lo tanto, el foco del problema se vuelve también el argumento en el cual se juntan distintas experticias”. El Dr. Pérez Comisso señaló que existen diversas formas de transdisciplina, de las cuales el fondo de la VID identifica dos: la integrativa y la interactiva.
La primera busca crear nuevos lenguajes y marcos interpretativos. Difumina los límites disciplinares trabajando en conjunto con personas con las cuales uno tiene muchas diferencias. La transdisciplina interactiva “son acciones de arte ciencia con personas con trayectorias de conocimiento artístico y se juntan para colaborar con personas con trayectorias en ciencias naturales naciendo proyectos como por ejemplo una muestra fotográfica de cultivos de bacterias”.
La diferencia entre la integrativa y la interactiva es que la primera sigue estando dentro del espacio académico. En cambio, la interactiva involucra una vinculación con el medio (VIM) que puede ser puntual o a largo plazo. En la interactiva también se incluyen o consideran saberes no académicos, como los saberes profesionales, conocimientos indígenas y otras formas de conocimiento que existen fuera de la Universidad.
El taller tuvo una participación de más de 20 académicos/as en forma remota o presencial, los cuales estaban muy interesados en aprovechar estas nuevas oportunidades que la Universidad está abriendo a los diversos saberes que se producen en nuestra institución.