Basta con un simple paseo por la calle para detectar lo fácil que es comprar medicamentos en lugares no establecidos. Este fenómeno abunda por las ferias libres, persas, a la salida de estaciones del metro, incluso a través de redes sociales e internet. Los riesgos de esta práctica pueden ser numerosos. Así lo advierten académicos e investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile.
“Los medicamentos vendidos ilegalmente pueden ser de baja calidad, falsificados o estar vencidos, lo que puede resultar en tratamientos ineficaces, resistencia a los medicamentos y efectos secundarios graves”, alerta el Prof. David Vásquez Velásquez, del Departamento Química Farmacológica y Toxicológica. Agrega que esta comercialización fuera de la ley puede contribuir a la automedicación y al uso inadecuado de medicamentos, lo que puede llevar a problemas de salud graves.
“Los medicamentos vendidos ilegalmente pueden ser completamente distintos a lo que los compradores/as creen que están adquiriendo. Estos productos pueden estar degradados, debido a que han estado expuestos a temperaturas extremas y humedad, lo que puede traer serios daños a la salud de las personas”, resalta con énfasis.
En particular, la automedicación puede ocultar y retardar el diagnóstico de algunas patologías, por ejemplo, el uso de medicamentos para el tratamiento de la úlcera péptica o reflujo gastroesofágico. “La automedicación esconde detrás la falta de acceso oportuna a la atención de salud y a los medicamentos que afecta principalmente a los segmentos más desaventajados de la población”, sostiene el Prof. Ariel Castro Lara, del Departamento Ciencia y Tecnología Farmacéutica.
El Prof. Alejandro Álvarez Lueje, director de la Escuela de Postgrado y académico del Departamento Química Farmacológica y Toxicológica, agrega que la automedicación puede conllevar ineficacia en los tratamientos, resistencia bacteriana e intoxicación por sobredosis. Además, de una degradación por inadecuada conservación, lo que apareja desde ineficacia hasta la generación de productos tóxicos.
¿Cómo lidiar con este problema?
Sin duda, la educación y concienciación son elementos claves. Para el Prof. David Vásquez la comunidad juega un papel fundamental en la prevención de esta venta. “Las campañas pueden ser efectivas para informar a la comunidad sobre los peligros que radican su compra y consumo”, detalla. Asimismo, la ciudadanía debería tener un rol activo y canales de denuncia para advertir sobres posibles puntos de venta.
Los profesionales de la salud también tienen un rol crucial en la educación de los pacientes. Una herramienta podría ser proporcionar información sobre cómo identificar medicamentos falsificados o de baja calidad.
“El acceso de medicamentos debería ir dirigida principalmente a promover medicamentos genéricos bioequivalentes de buena calidad y regulación de los precios de los medicamentos que tienen patente vigente”, sugiere el Prof. Ariel Castro.
“El gobierno puede tomar medidas para fortalecer la legislación y las regulaciones que rigen la venta de medicamentos. Esto puede incluir la introducción de penas más severas para la venta ilegal de medicamentos y la mejora de las regulaciones para garantizar la calidad y seguridad de los medicamentos”, refuerza el Prof. David Vásquez.
La Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile exhorta a la población a solo adquirir los medicamentos en lugares establecidos. Al comprar en la calle no existe la certeza de la procedencia del medicamento ni de sus componentes, esta simple acción puede implicar que el efecto terapéutico no sea el adecuado o que incluso su salud esté en peligro.