Una profunda tristeza produjo en la comunidad universitaria el fallecimiento de la Sra. Sandra Liberona Mandiola, psicóloga dependiente de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE). Sandra Liberona ha sido reconocida por los distintos estamentos de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas por la abnegación y entrega con la que realizaba su trabajo.
Sandra obtuvo el grado académico de licenciada en Psicología y el título profesional de psicóloga el año 2010 en la universidad UNIACC. Además, en 2012 fue acreditada con un Diplomado de Especialización Profesional en “Intervenciones clínicas en terapia de pareja, niños y jóvenes”, en la misma casa de estudios, y en 2019 un “Postítulo en Psicología Clínica con mención en Psicoterapia Humanista Transpersonal” entregado por la Universidad Diego Portales.
Sandra tenía como labor en nuestra unidad académica la atención clínica a estudiantes y la elaboración de material de apoyo al aprendizaje de los estudiantes y realización de talleres.
La Prof. María Angélica Vega Urquieta, quien fue directora de Asuntos Estudiantiles (DAE) y jefa de la Unidad Integral de Enseñanza y Aprendizaje (UIEA) invitó a Sandra a participar en un proyecto en UIEA, con el respaldo del Prof. Fernando Valenzuela Lozano, director de la Escuela de Pregrado en ese entonces. Posteriormente Sandra pasa a ser la psicóloga clínica de la Facultad durante la dirección de la Prof. Marcela Jirón Aliste en la DAE. Sandra se mantuvo en el cargo durante las gestiones en la DAE de la Prof. Olosmira Correa Briones y la Prof. María Carolina Zúñiga López.
La unidad académica, rindió un sentido homenaje a Sandra - decretando duelo oficial universitario por parte del decano Prof. Pablo Richter Duk -, el cual se desarrolló el pasado martes 26 de diciembre, oportunidad en que el pabellón universitario se izó a media asta, y se suspendieron todas las actividades que revistiesen celebración o festejo.
La Facultad envía nuestras sinceras condolencias a los/las amigos/as, seres queridos y familiares de la Sra. Sandra Liberona Mandiola, y en especial a su esposo Manuel a quien acompañamos en este complejo momento.
Testimonios
Vicedecana, Prof. Soledad Bollo Dragnic: “Trabajé con ella como directora de la Escuela de Pregrado, después del Prof. Fernando Valenzuela. Sandra tenía un compromiso fuerte con los/las estudiantes y con la Facultad, no solo atención psicológica de emergencia cuando habían crisis, sino que también implementó e hizo talleres para personal académico y de colaboración, de concentración, de mindfulness. Fue pionera al ser la primera psicóloga clínica en la Facultad”.
Prof. Marcela Jirón, exdirectora de la DAE: “Sandra fue una persona cariñosa y muy preocupada por sus pacientes. De muy buen trato y siempre dispuesta a ayudar a los demás, aún cuando eso significara sacrificar sus tiempos personales. Era una persona atenta, sensible, sencilla, muy generosa y cálida. Siempre tenía tiempo y lindas palabras para los demás, sabía que la situación de algunos/as de nuestros/as estudiantes es difícil y me apoyó mucho siendo la DAE en instalar un sistema nuevo, para ese momento en la Facultad, de atención psicológica. Estoy convencida que la salud mental es uno de los pilares que afecta el rendimiento y las conductas, y ella fue un gran pilar en ello, donde ayudó además a generar herramientas de apoyo, como talleres de mindfulness, los cuales creo fueron de gran utilidad para nuestros estudiantes”.
Prof. Olosmira Correa Briones, exdirectora de la DAE: “Me impresionó el entusiasmo de Sandra y su vitalidad, siempre creativa y alegre, siempre perfeccionándose a través de cursos. Luego vino la pandemia y seguimos trabajando incansablemente, Sandra atendió online a estudiantes y funcionarios, muchas veces en sus horas de descanso tratando siempre de ayudar a todas y todos. Destaco también la firmeza y pasión con la que defendía sus ideas, lo que a veces generaba opiniones divididas. Recordaremos a Sandra como una dedicada psicóloga que dejó una huella imborrable en la comunidad de nuestra Facultad. Su compromiso y apoyo a los y las estudiantes con problemas de salud mental serán recordados como un legado fundamental para el bienestar emocional de nuestra comunidad universitaria. Su huella perdurará en el alma de quienes apreciamos y respetamos su labor. Descansa en paz querida Sandra”.
Edgardo Zúñiga Droguett, coordinador de Plan Colegios: “Sandra fue un ángel que se cruzó en nuestras vidas. Ayudó a mucha gente: estudiantes, funcionarios. Sandra salvó vidas. Tenía un despliegue y entrega total. Ella era cariñosa, pero también era firme. Era chora. Preocupada, cariñosa, comprometida más allá de lo profesional”.
Magaly Ahumada Valdebenito, coordinadora de capacitación de la unidad de Desarrollo Organizacional: “Con Sandrita tuvimos largas conversaciones en donde reíamos de nuestras cosas. Me recibió en todo momento con los brazos abiertos. Nunca tuvo un pero conmigo. Fue una gran amiga, una mujer maravillosa, un ser de luz. Jamás le importó que estuviera contratada solo para los/las alumnos/as. Se daba siempre el tiempo de atender al funcionario igual. Podía estar con miles de cosas, cansada, agotada, pero siempre buscaba una solución para poder atender al funcionario. Sólo quería ayudar nada más. Tenía un gran corazón siempre con buena disposición de recibir a quien fuera en su oficina independiente que estuviera con algún problema de horario ella buscaba una solución. Eso es impagable. Nos quedaron muchas cosas pendientes por conversar, pero Dios quiso otra cosa y se la llevó, por cierto será la mejor compañía que ella tendrá ahora”.
José Francisco Ortega, químico y estudiante de doctorado en Química: “Conocí a Sandra el año 2015, saliendo de segundo año de pregrado, cuando postulé para ser tutor par. Sandra siempre trabajó junto con nosotros en poder entregar lo mejor a los/las estudiantes que requerían tutorías, y a nosotros a poder combinar de manera exitosa la labor tutorial con nuestra carrera. Adicionalmente, Sandra me ayudó con temas personales difíciles durante mi estadía en el pregrado. En todo ámbito, Sandra fue una profesional intachable, amable, colaboradora y entusiasta, entre muchas otras cualidades positivas. Sandra siempre me prestó ayuda cuando fue necesario, en todo ámbito, y sin esperar nada a cambio”.
Alejandra Ormeño González, estudiante de Química y Farmacia: "Sandra fue una persona muy buena conmigo, me ayudó en los peores momentos de mi vida. Una gran amiga y profesional. Siempre se dió el tiempo de escucharme".
Alejandra Ulloa Escandor, estudiante de Ingeniería en Alimentos: “Para mí Sandrita fue una persona muy importante, de la cual recibí un inmenso apoyo emocional en el momento que más lo necesitaba, era impresionante la cantidad de veces que ella me ayudó a resolver problemas tanto dentro como fuera de la Facultad y su relación con los alumnos pasaba a ser más allá de solo las sesiones semanales, en los malos momentos otorgaba un gran cariño y comprensión y te mostraba que todo lo malo iba a pasar pronto y cuando le contabas una buena noticia ella se llegaba a alegrar más que uno/a mismo/a lo cual reflejaba la maravillosa persona que era”.
Kevin Cortés De Guzmán, estudiante de Química y Farmacia: "Entré a la universidad con mucha esperanza que por fin iba a poder terminar la carrera que tuve que abandonar el 2012 en mi país natal. Sin embargo, cuando apenas pasó un mes en la Facultad la carga académica, laboral y otros problemas personales me empezaron a agobiar. De ahí decidí tocar la puerta de la oficina de la única psicóloga que teníamos en la Facultad en ese entonces. La Sra. Sandra vió mi cara de angustia, me acogió y me gestionó un cupo para poder atenderme lo antes posible. Estaba a punto de rendirme, estaba al borde de dejar al lado mis sueños, pero ella me motivó a seguir. Es triste saber que una gran persona y profesional, dejó este mundo tan pronto, pero estoy seguro que aunque no esté con nosotros físicamente, estará siempre en el corazón de cada uno/a de nosotros/as de quienes fuimos ayudados alguna vez por ella. ¡Le recordaremos siempre Señora Sandra! Muchas gracias por todo".
Daniela Sepúlveda Suárez, estudiante de Ingeniería en Alimentos: "Significó un fuerte apoyo en un momento en el que ni yo misma me entendia, cuando sentía que estaba exagerando ella me entendía y me ayudaba a comprender lo que estaba realmente sintiendo. Me trato por poco menos de 1 año y semana tras semana se encargaba de enseñarme algo nuevo sobre mí, siento que tuvimos una muy linda relación y estoy eternamente agradecida con ella".
Catalina Roa Bugueño, titulada de Química y Farmacia: "Sandra fue mi primera psicóloga, la más importante, ya que, si esa experiencia hubiese sido mala, quizás nunca me hubiese tratado. Solo podía atenderme durante 3 sesiones, pero su vocación se lo impedía. Estuvo un año y medio sacándome adelante, a flote, estabilizándome para poder ser funcional. Ella me dijo muchas cosas que recuerdo cada día, me dio herramientas y una perspectiva de la vida que antes no tenía. También vio cosas que yo aún no estaba preparada para ver y no me obligó a hacerlo, fue tan respetuosa de mis tiempos. Fue una excelente profesional y una aún más grande persona. Gracias Sandrita por cambiar mi vida, porque me sacaste de la mano del infierno y en gran parte gracias a ti conocí la felicidad y hoy tengo mi familia. Hasta siempre".