La actividad, centrada en la discusión en profundidad sobre la implementación de la Ley N°21.545 – conocida como Ley TEA –, se llevó a cabo en la Biblioteca Prof. César Leyton de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas. Esta actividad es parte del “Ciclo de Encuentros sobre equidad e inclusión del Campus Eloísa Díaz 2025, organizados por los equipos de Equidad e Inclusión de las facultades que conforman el campus: Cristina Paredes Poblete, encargada de Equidad, y Geraldine Ortega Concha, encargada de Discapacidad y Neurodivergencias, ambas de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas; Álvaro Besoain Saldaña, encargado de Equidad e Inclusión de la Facultad de Medicina; y Daniela Reinero Núñez, encargada de Neurodivergencias de la Facultad de Odontología.
El objetivo principal del taller fue generar un espacio de revisión, análisis y reflexión en torno a las adecuaciones y estrategias que se están implementando en cada una de las facultades, compartir buenas prácticas institucionales y avanzar hacia criterios comunes como campus en el abordaje de los y las estudiantes con Trastorno del Espectro Autista.
Daniela Reinero expresó el valor de esta instancia desde la mirada de una unidad académica que recién comienza a integrarse al trabajo conjunto de estas temáticas en del Campus Norte. La encargada del área de la Facultad de Odontología señaló que, “ (…) en el contexto de una política institucional que promueve la inclusión como uno de sus ejes fundamentales, es clave estar alineados, trabajar colaborativamente y aprender de la experiencia de otras facultades, como la Facultad de Medicina y la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, que ya llevan un camino más avanzado en esta materia”.
“Es muy importante atender esas necesidades de formación de nuestros estudiantes y no solo brindar acceso, sino acompañamiento y herramientas que se dan explorando la experiencia de los académicos y de todos los actores de la universidad”, dijo Reinero.
La jornada comenzó con una presentación de Álvaro Besoain, de la Facultad de Medicina, quien contextualizó la actividad dentro de la Política de Inclusión y Discapacidad de la Universidad de Chile (2019), enfatizando la necesidad de la diversidad funcional en todos los espacios formativos. Posteriormente, se abordaron en profundidad las orientaciones establecidas por la Ley TEA, en el actual sistema de educación.
Durante la segunda parte de la jornada, las y los participantes se organizaron en grupos de trabajo para analizar los criterios establecidos por la ley y proponer formas concretas de implementación en sus respectivas unidades. Posteriormente, las ideas y reflexiones fueron compartidas en un plenario, lo que permitió enriquecer el diálogo colectivo y visibilizar tanto los avances como los desafíos y oportunidades de mejora en torno a la inclusión de personas del espectro autista en la educación superior.
Este espacio se enmarca en el compromiso institucional por una universidad más inclusiva, colaborativa. Los equipos participantes acordaron continuar trabajando articuladamente hacia una Universidad de Chile cada vez más inclusiva.
“Debemos prepararnos. Lo primero es reconstruir el tejido social del Campus Norte, y es fundamental ampliar nuestra comprensión del concepto de accesibilidad, yendo más allá de la discapacidad física. Esta ley nos plantea nuevos desafíos: la neurodivergencia es una realidad, y tenemos la responsabilidad de generar espacios verdaderamente diversos e inclusivos”, finalizó Patricio Bustamante Deas, director del Departamento de Tecnología Médica y coordinador del Comité Académico de Accesibilidad y Discapacidad de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo.