El Prof. Javier Martínez Martínez forma parte de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, adscrito al Departamento de Química Orgánica y Fisicoquímica. Martínez nació en Castilla-La Mancha, la tierra de Don Quijote de La Mancha, en España. Estudió la carrera de licenciatura en Ciencias Químicas en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Asimismo, egresó de un magíster y doctorado en Química en la misma institución.
“Es un orgullo. Yo llevo en Chile cerca de 8 años, porque vine en 2017 con la adjudicación de un proyecto Fondecyt de postdoctorado”, relata. “Tuve la oportunidad de trabajar en la Pontificia Universidad Católica de Chile durante el doctorado y luego unos 4 años y medio aproximadamente en la Universidad Austral de Chile, en la ciudad de Valdivia. Siempre fue un sueño trabajar en una universidad top como es la Chile. Cuando se presentó la oportunidad de postular para el concurso en donde un poco mi perfil se ajustaba a lo que en ese momento se estaba buscando, pues la verdad es que no me lo pensé dos veces a la hora de postular”, agrega, contando en su postulación con el apoyo de una de sus grandes colaboradoras, la Prof. Oleksandra Trofymchuk.
“Tener la posibilidad de colaborar científicamente, hablando no a la distancia, sino ahora de una manera mucho más cercana, compartiendo estudiantes, proyectos, etcétera, pues la verdad es que hizo la decisión de postular muy fácil y con la adjudicación del cargo, pues una satisfacción enorme de casi poder cumplir un sueño”, recalca.
“Tengo decidido desarrollarme tanto personal como profesionalmente en Chile durante toda mi carrera laboral, pues claro, poder hacerlo en la Universidad de Chile, pues una de las mejores del país, no se puede pedir más. La verdad es un sueño hecho realidad”, enfatiza. Actualmente Martínez finaliza el último año de su proyecto Fondecyt de Iniciación.
Dentro de sus planes está el postular al concurso Fondecyt Regular, con el objetivo de adquirir fondos para comenzar su carrera investigadora en Chile. “Es un placer también estar en la facultad donde está la carrera de Química, de enorme prestigio y poder contar con estudiantes de pregrado y postgrado en esta especialidad”, comenta.
“Venir acá y contar con ese material humano, la verdad es que para mí va a ser súper beneficioso para aportar en las áreas de la Química y el conocimiento en particular y crecer de la mano en la facultad y contribuir al desarrollo de la Universidad de Chile”, sostiene.
“ Cuando entré a estudiar Química, admiraba bastante a mis profesores. Me gusta mucho la investigación, pero siempre tengo presente que la docencia debe ir de la mano y ser capaz tanto a nivel de pregrado como a nivel más de formación de capital humano con la dirección de magíster o doctorado. Hay que ser capaz de transmitir los conocimientos a las generaciones futuras y ver cómo esos egresados lo superan a uno”, refuerza.
“Lo bueno que tienen las universidades chilenas con respecto a las españolas que mientras uno está en el pregrado, puede participar en ayudantía o, por ejemplo, ya en posgrado, pregrado y doctorado, en algunas universidades, ya puedes ser casi docente responsable de determinadas actividades prácticas o de actividades formativas del ciclo de bachillerato”, revela respecto a su interés en hacer su carrera académica en Chile.
“Cuando conocí el sistema que había en algunas universidades chilenas, sentí envidia de no haber tenido la oportunidad, durante mi doctorado, de haber participado en ese tipo de actividades docentes”, añade.
De España a Chile
Sobre su llegada a Chile, fue clave su vínculo con el Prof. René Rojas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con quien era colaborador científico. “René había venido varios años a mi universidad, incluso había tenido la posibilidad de mandar a alguno de sus estudiantes de doctorado”, explica.
“Me comentó de la existencia de los proyectos Fondecyt postdoctoral. Y entonces justo cuando él estaba en España la convocatoria estaba abierta y entre ambos armamos un proyecto para postular”, agrega.
“Al compararla con otros proyectos europeos, los proyectos Fondecyt están bastante bien por la duración, la cuantía económica, etcétera. Cuando ya estaba en Chile más o menos y me adjudiqué el concurso, rechacé una beca análoga española, porque vi que las condiciones en Chile eran mucho mejores en términos de duración y económico”, asevera.
“La opinión que se tiene de Chile en Europa es muy buena, se considera a Chile como el país más europeo dentro de toda Latinoamérica por su estabilidad económica, política, social, etcétera”, subraya.
Su línea de investigación se puede definir como síntesis de productos de alto valor agregado como poliésteres y poliuretanos a partir de materiales de desechos utilizando catalizadores de origen natural.