Andrea Flores Abarca, Alumni de la carrera de Bioquímica y del Magíster en Bioquímica, fue reconocida con el primer lugar en la categoría Neurología (formato póster) en el 32nd International Student Congress of Biomedical Sciences (ISCOMS), realizado en los Países Bajos.
“La investigación que presenté en ISCOMS 2025 corresponde a los resultados obtenidos durante mi tesis de Magíster en Bioquímica. Recibir el primer lugar fue un honor y una profunda emoción. Fue también una validación al trabajo riguroso, interdisciplinario y colaborativo que llevamos adelante desde la ciencia pública chilena. En ese escenario internacional, me sentí orgullosa de representar a la Universidad de Chile, a mi equipo de investigación y a las mujeres científicas latinoamericanas que día a día abren caminos con compromiso y pasión”, enfatizó.
El foco del trabajo fue evaluar el efecto de la Resolvina E1 nanoencapsulada sobre la reactividad astrocitaria, un proceso central en la fisiopatología de diversas enfermedades del sistema nervioso central, como la esclerosis múltiple. “Los astrocitos, frente a una lesión o inflamación, adoptan un estado reactivo caracterizado por cambios morfológicos, proliferación y sobreexpresión de proteínas como GFAP y vimentina. Si bien este proceso puede tener un rol protector inicial, su mantención en el tiempo favorece la disfunción sináptica y neuronal. Nuestra hipótesis fue que la Resolvina E1, al ser encapsulada en nanocápsulas lipídicas, podría modular más eficazmente este estado patológico”, agrega.
Los resultados fueron muy alentadores: se observó una disminución significativa en la expresión de marcadores de reactividad, así como una modulación de vías proinflamatorias clave, como NF-κB.
Pasantía en Universidad de Groningen, de los Países Bajos
Actualmente, Andrea está realizando una pasantía en la Universidad de Groningen, de los Países Bajos, siendo parte de una colaboración entre sus tutores de tesis —los profesores Felipe Oyarzún de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas; Rodrigo Naves y Lisette Leyton, de la Facultad de Medicina— y Wia Baron del Departamento de Ciencias Biomédicas de dicha casa de estudios europea. “El objetivo principal ha sido profundizar los hallazgos obtenidos durante mi tesis de Magíster en modelos más complejos y fisiológicamente relevantes”, detalla.
“Mi investigación se centra en el estudio de la Resolvina E1 (RvE1), una molécula derivada de ácidos grasos omega-3 con potentes propiedades antiinflamatorias y pro-resolutivas, la cual fue nanoencapsulada para mejorar su estabilidad y biodisponibilidad”, explica.
“Durante la pasantía, hemos analizado cómo esta nanoformulación afecta la reactividad de los astrocitos, células gliales esenciales en la mantención del entorno neuronal y cuya disfunción está implicada en enfermedades neurodegenerativas. El uso de modelos más complejos en Groningen nos ha permitido evaluar la modulación de mediadores inmunes asociados al fenotipo reactivo”, agrega.
“Esta experiencia ha sido profundamente enriquecedora: no solo me ha permitido acceder a tecnologías de punta y metodologías avanzadas, sino también integrarme a un equipo científico multidisciplinario y culturalmente diverso. He crecido académica y personalmente, desarrollando habilidades que sin duda marcarán mi futuro como investigadora. Además, he forjado lazos humanos muy valiosos; aquí he encontrado amistades que han hecho de esta experiencia algo aún más significativo”, complementa.
Pasión por la Bioquímica
Andrea Flores es oriunda de Curicó. Estudió Bioquímica en la unidad académica, siendo parte del programa enlace que le permitió continuar con el Magíster en Bioquímica con especialización en Toxicología y Diagnóstico Molecular.
“Para mí, la Bioquímica es una forma de entender el mundo desde su complejidad más íntima: la vida a nivel molecular. Pero más allá de lo técnico, la Bioquímica es una herramienta transformadora que nos permite no solo generar conocimiento, sino también aportar al bienestar colectivo y abrir caminos de esperanza”, reflexiona.
Su línea de investigación se centra en la Neuroinmunología, una disciplina que explora la interacción entre el sistema nervioso y el sistema inmune, especialmente en contextos de daño y enfermedad. “Esta área me fascina por su complejidad y por las posibilidades terapéuticas que ofrece frente a patologías hoy en día sin cura”, manifiesta.
“Ser mujer en el área de las ciencias, especialmente en el espacio académico, es asumir una doble tarea: la de investigar con rigurosidad, y al mismo tiempo, resistir y transformar estructuras históricamente patriarcales que muchas veces han deslegitimado nuestras voces o invisibilizado nuestros aportes”, medita.
“Mi paso por la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas ha sido una etapa profundamente formativa, no solo en lo académico, sino también en lo personal. La Universidad de Chile me ha brindado las herramientas y los espacios para desarrollarme en múltiples dimensiones, permitiéndome convertirme en una persona completa: científica, crítica, comprometida y sensible a los desafíos sociales”, sostiene Andrea Flores.
“He tenido la fortuna de contar con docentes que han sido verdaderos referentes, así como con amigas y amigos que han acompañado mi proceso con cariño, solidaridad y pasión compartida por la ciencia. Sin duda, todo lo que he logrado es también gracias a esa comunidad que me sostuvo, me desafió y me inspiró”, añade.