Hoy el profesor Mehrdad Yazdani-Pedram Zobeiri reflexiona sobre su historia familiar y sus orígenes, así como su vida de académico en nuestro organismo universitario. Su oficina está ubicada en el cuarto piso del Edificio Luis Ceruti. Entre papeles y carpetas, el profesor anuncia su retiro voluntario, como académico de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile.
Su historia comienza en Mashhad, su ciudad natal, ubicada en el nororiente de Irán. “Mehrdad es un nombre muy antiguo de Persia. Significa ser una persona amable y preocupada. Es un nombre que me ha complicado la vida, ya que la h intermedia no se pronuncia en español”, cuenta.
Al corto tiempo su familia se trasladó a Teherán, la capital. Mehrdad es hijo de Mohamed Mehdi, de profesión contador y Moluk, matrona. “Mis tías también eran matronas y enfermeras”, sostiene. Yazdani tiene cuatro hermanos, el mayor y el menor están fallecidos. “Tengo un hermano que vive hace más de 40 años en Atlanta, Estados Unidos”, relata.
“Mi mamá cuidaba junto a enfermeras y un médico a niños en un orfanato. Nosotros vestíamos el mismo uniforme que usaban los niños y vivíamos ahí. Todavía existe ese lugar. Lo visité hace dos años. Ahora es un restorán”, recuerda. Su padre era entonces director administrativo de aquel recinto.
Inicios en la Química
La primera vez que Mehrdad conoció la Química fue en el colegio. “Por algún motivo cuando iba al colegio pasaba a librerías antiguas en las vitrinas, veía pinzas de madera, tubos de ensayo, entre otros artículos. Juntaba la mesada y me los compraba. En el colegio me iba bien en Química, me gustaba la parte experimental”, relata. Decidido, rindió la prueba de admisión en Química y Biología, quedando en la primera opción.
Mehrdad estudió licenciatura en Química en la Ferdowsi University of Mashhad, la ciudad donde nació, titulándose en 1976. Además, obtuvo un Master of Science en la University of Stirling, de Escocia, en 1978 y un Ph.D Polymer Science en la misma casa de estudios, en 1982. “Estudié con un primo hermano la licenciatura en Química en Ferdowsi University of Mashhad y egresamos el mismo año. Luego me fui a Escocia con la idea de hacer un Magíster en Química con especialidad en polímeros”, comenta.
“Yo quería ir a Canadá para hacer un postdoctorado. El profesor guía de mi tesis de doctorado en University of Stirling me haría el contacto. Pero surgió la posibilidad de hacer clases a adultos que quieren obtener un título profesional, a través del Open University. La parte práctica se hacía en los veranos. Las clases eran por televisión en horario vespertino”, narra Yazdani.
Por medio de esa beca pudo pagar los aranceles de doctorado en la University of Stirling. En dicho país conoció a Blanca, chilena egresada de Literatura y Fonética, de quien se enamoró. Tuvieron una hija con la que viajaron a Chile. Su nombre es Moluk y trabaja de matrona, siguiendo la tradición familiar. Después nacería Amir, de profesión comunicador multimedia.
Llegada a la Universidad de Chile
Mehrdad en Santiago consiguió trabajo en 1982, en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. “Conseguí seis horas de contrato en Ingeniería para hacer clases de polímeros. Para comunicarme proyectaba láminas en inglés y Blanca me ayudaba a traducirlas al español”, relata. Lamentablemente Blanca nunca pudo ejercer su carrera, debido a una burocrática validación de títulos.
Yazdani conoció a la profesora Evgenia Spodine y al profesor Walter Zamudio, quien le comentó que en nuestra Facultad buscaban un académico que enseñara sobre polímeros. Mehrdad llegó a nuestra Facultad en 1987, llamado por el profesor Hugo Zunino. “Postulé a través de un concurso público. Me citaron a entrevista. De los 11 postulantes, fui elegido automáticamente. En la entrevista participaron los profesores Jorge Medina, Héctor Guerrero, quien estaba a cargo del laboratorio de polímeros y Fernando Castañeda, director de Departamento”, rememora.
El Prof. Mehrdad calcula que lleva 40 años trabajando en la Universidad de Chile, 38 de ellos en nuestra Facultad. “Es una facultad que me acogió. Me siento honrado de pertenecer. Hay un muy buen ambiente. Recuerdo especialmente colegas que ya no están, como los profesores Jorge Medina, Sergio Múñoz, Gianni Cordano, Enrique Rivera, Fernando Castañeda, Hernán Pavez, Samuel Trumper, Hernán Rodríguez, Alberto Lagos, Héctor Guerrero, Amalia Muñoz de la Peña y Amelia Márquez”, puntualiza.
“Cuando fue el Encuentro Anual de Egresados de Alumni de la carrera de Química, los estudiantes se acordaban de que cuando llegué a Chile no podía decir polímeros, fui reconocido por la palabra «polimera». En el idioma farsi de Irán no hay género, ni femenino ni masculino”, justifica sobre la anécdota.
Actualmente el Prof. Mehrdad está con un proyecto con el Prof. Andrónico Neira Carrillo, de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, y quien está asociado al centro ACCDiS. “La investigación siempre me ha atraído. Trabajé muchos fines de semana. Tiene un costo familiar. Es demandante, hay muchos solteros y solteras en la vida académica. Es un ritmo de vida diferente, no puedes estar en reuniones de colegio”, ejemplifica.
El Prof. Yazdani comenta que dentro de los polímeros hay dos grandes rasgos: la manufactura y tecnológica, y los biomateriales. Tiene a su haber el haber formado parte del primer proyecto en Ciencias Materiales de tipo Fondap en ser adjudicado en Chile, participando en él durante 10 años.
Entre su currículum destaca ser profesor titular de la Universidad de Chile. Tiene 19 tesis de doctorado dirigidas, cinco tesis de Magíster y 58 de pregrado. Todo ello se refleja en las 115 publicaciones internacionales indexadas junto con seis patentes solicitadas, en distintos países desde el año 2006 a la fecha. La División de Macromoléculas de la Sociedad Chilena de Química le otorgó el “Premio de Reconocimiento Científico Destacado” en el 2018. Este premio ha sido otorgado en 10 oportunidades hasta la fecha.
Fue consejero de departamento y trabajó en el Comité del Doctorado en Química. Coordinó las becas regionales del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD, por su sigla en alemán) del gobierno alemán a la Universidad de Chile, teniendo que viajar a Colonia, Alemania. “Los alemanes pagaban cinco becas anuales a estudiantes para que hagan el Doctorado en Química en la Universidad de Chile”, narra.
“Antiguamente cuando recién llegué, los estudiantes tenían temor al curso de polímeros. Todavía siento que es algo muy diferente a los demás. No es clásico de Química, porque tiene un poco de todo. El problema es que tiene Fisicoquímica adaptada a macromoléculas”, manifiesta.
“En el laboratorio de polímeros es necesario tener equipos para caracterizar los materiales poliméricos como son sus propiedades mecánicas, térmicas, conductividad eléctrica, pesos moleculares, permeabilidad a gases, etc.”, agrega.
“Varios alumnos en el Encuentro Alumni se me acercaron y me dijeron ‘Sabe, que nos sirvió mucho el ramo de polímeros’. En algún momento del proceso aparece un polímero”, cuenta. De hecho, tiene discípulos que trabajan en esta área en universidades del país y en el extranjero. “Es un campo fecundo, no va a morir”, reflexiona. “No olvidemos que nuestra Facultad es la única en todo el país que tiene en la carrera de Química un ramo obligatorio de polímeros”, añade con orgullo.
“Polímero es la vida. Vivimos dentro de los polímeros. Todo tiene polímero. Todos son polímeros. La pintura, la pared de la mesa, los recubrimientos de esta oficina. Lo que comes”, comenta.
Su hijo menor Said al parecer heredó la pasión por la Química. “Se ha sacado sietes. Le gusta la Química y la Biología”, dice.
“Irán es un país bonito. El conflicto con Israel es una excusa. Esos países son muy ricos en recursos naturales, como el gas y el petróleo. Irán tiene la segunda reserva de gas natural más grande de la región”, opina este querido académico chileno iraní.